jueves, 2 de octubre de 2014

Excursión a: Isla de Saona (República Dominicana)

Es muy habitual, cuando vas al extranjero con una compañía de viajes, que te encierren el primer día de tu estancia en una sala de reuniones y te intenten vender todas las excursiones posibles. En la República Dominicana tenemos el tour por Santo Domingo,  excursiones para nadar con delfines, ver ballenas, barranquismo y espeleología, deportes extremos, parques, zoos, y mucho más. Las excursiones son caras. Bastante caras, y para que no te pille de sorpresa, yo recomiendo buscar información antes del viaje. Nosotros decidimos hacer la excursión a la Isla de Saona en catamarán, y aquí os voy a contar como fue la experiencia. 



En primer lugar os dejo un mapa para que os situéis. Mi hotel, estaba en playa bávaro, y tuvimos que atravesar la isla para llegar allí (no se lleva más de un par de horas). La excursión dura todo el día, e incluye guía. Te recogen bien temprano y combinas autobús, catamarán y lanchas en los desplazamientos. 


La primera parada de la excursión es un pueblecito llamado Altos de Chavón, que es uno de los más visitados por los turistas. Este pueblo, o villa, quería ser el reflejo de una ciudad italiana medieval, y yo me llevé un chasco cuando me contaron que en realidad se construyó a finales de los años 70, pues creía de verdad que era antigua de verdad (vale, tenía 13 años y era joven e ilusa xD). 

La villa cuenta con iglesia, museo arqueológico, restaurantes, tiendas, y hasta un anfiteatro  que inauguró Frank Sinatra y donde han actuado grandes de la música hispanoamericana. Por último, desde el pueblo hay un bonito mirador que da al río Chavón. Unas magníficas vistas que disfrutaremos en especial los cinéfilos como yo, ya que escenas de películas como Apocalypse Now  y Rambo se rodaron allí.


La excursión prosigue y nos llevan a la playa de Bayahibe, donde cogemos un catamarán que nos conducirá a la Isla de Saona. El catamarán es pura fiesta. Más de una hora de barra libre, snacks, salsa y merengue. Si no os gusta, os podéis sentar y disfrutar del paseo hasta llegar a la isla. Una vez allí, en mitad de una playa de arena blanca, junto a las aguas cristalinas, está el buffet. Llegamos justo a la hora de comer, y lo que menos me gustó fue el poco tiempo que te dejan en la isla (desde que llegas, comes hasta que te vas, no son más que dos horas, ¡como mucho!).

La vuelta a la playa de Bayahibe no es en catamarán, sino en lancha motora (¡Puede marear a los más susceptibles!). Después de 10 minutos en la lancha, te ponen un chaleco y te lanzas al banco de arena más grande de la zona. El agua transparente no cubre más de un metro, y disfrutamos persiguiendo a los peces, y cogiendo las estrellas de mar.

Bendita adolescencia.



Después de esto embarcas en el puerto de Bayahibe, y de vuelta a los hoteles en el autobús. La excursión es una auténtica paliza, pero en mi opinión merece la pena, fui hace 10 años y esta experiencia es algo que no se me olvida, y que por supuesto repetiría sin dudarlo.

Recomiendo llevar: Una mochila que no abulte mucho para meter/guardar lo justo y necesario, ropa cómoda, chanclas, y el bañador puesto. Crema solar, gafas de sol, algo para cubrirte la cabeza y agua.

Y por último: Antes de contratar la excursión, hay que ver que nos ofrecen, pues podemos encontrar excursiones a la isla que van desde los 65 a los más de 100 dólares. Saona es grande, y no todas las excursiones van a las mismas playas o te ofrecen la misma calidad de comida. La que os he contado suele ser la más vendida y ofrecida por los tour operadores y no creo que tenga un perfil específico de cliente, ya que aunque parezca “en plan fiesta” con el catamarán y la barra libre, nosotros fuimos (dos adultos, y dos niños de 13, y 11 años) y nos encantó. Hay también otras excursiones a Saona donde visitas el pueblo de Mano Juan, o Canto de la Playa, que es un área menos aglomerada por los turistas.


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